Usuaria de drogas, activista, antropóloga, feminista. 10 años de trabajo en el tema de drogas en Costa Rica y la región, llevando la reducción de daños, la eliminación del estigma y la discriminación hacia las personas que usamos drogas a la discusión y acción académica, colectiva y legislativa del país.

Esta investigación brindó una caracterización del chemsex en América Latina, enfocándose en hombres gay y otros hombres que tienen sexo con hombre. Existen diversos factores de riesgo de transmisión de VIH e ITS involucrados en el chemsex, por lo que prácticas de prevención y reducción de riesgos y daños han sido impulsadas en países donde el fenómeno ha estado presente por más tiempo. Ante esta situación, desde la Red J+LAC, y la Red LANPUD, y académicos de la región, con apoyo de ONUSIDA, llevaron acabo una investigación cualitativa de 36 entrevistas y 4 grupos focales en: México, Costa Rica, Colombia y Brasil. Los hallazgos permiten tener un primer acercamiento a las características del chemsex en la región, colocando a la metanfetamina como droga central en 3 de los 4 países, acompañada en muchos casos de otras drogas como el gi y popper.
Los participantes identificaron prácticas de cuidado personal, así como de prevención de VIH y reducción de riesgos y daños. Sin embargo, el conocimiento no necesariamente estaba basado en evidencia, además, destaca que este conocimiento es compartido principalmente entre pares, evidenciando lo central del trabajo entre pares especialmente en poblaciones históricamente estigmatizadas.
Con base en la información obtenida sobre cuidado personal y frecuencia en el uso se desarrollaron tres perfiles destinados a la práctica sexual, esto no con la finalidad de estigmatizar el uso de las personas o encasillarlas, sino para crear una tipología para el diseño de intervenciones en salud pública y que puedan adecuarse a las necesidades de cada uno de los perfiles.
Las recomendaciones a pares brindadas por los participantes exponen los riesgos asociados a esta práctica, resaltando la urgencia de campañas de reducción de daños basadas en evidencia, mejora en los servicios de salud, y la eliminación de la criminalización al uso de drogas.