Eliana Alcalá es una abogada de derechos humanos, coordinadora de la línea de acceso a la justicia y política criminal del Ilex Acción Jurídica, una organización liderada por abogadas afrocolombianas que buscan la justicia racial. Con más de cinco años de experiencia en los derechos de la población afrodescendiente.

En Colombia, la política de drogas siempre se ha estudiado bajo las afectaciones que esta ha tenido en el contexto de la ruralidad, sobre comunidades indígenas y campesinas en su relación con cultivos de uso ilícito; incluso se ha estudiado el impacto que el manejo de la criminalidad de la “guerra contra las drogas” ha tenido sobre las mujeres. Sin embargo, es poco o nada lo que se sabe de las implicaciones de la política de drogas sobre la población afrodescendiente teniendo en cuenta las situaciones de criminalización y construcción de perfiles raciales que han definido fenómenos como el relacionamiento de agentes del orden con la este grupo en específico, en la que la persecución por drogas, se ha estructurado como una de las excusas para aplicar criterios subjetivos, catalogando a las personas afrodescendientes como sospechosas de delitos relacionados con tráfico de estupefacientes. Este tema es fundamental porque la política de drogas ha configurado unas situaciones específicas que generan elementos importantes para analizar y caracterizar el fenómeno de la violencia policial racista, así como el impacto que esta tiene en las relaciones que se han establecido frente a la población afrodescendiente y el sistema carcelario.

En ese sentido, la presentación oral propuesta tendrá como foco evidenciar cuáles son los impactos que la política de drogas tiene en la población afrodescendiente, desde el análisis de las políticas que se han diseñado para ello a partir de un enfoque étnico-racial y una mirada interseccional. Así como procura exponer los resultados de la investigación realizada por Ilex Acción Jurídica acerca de las conexiones entre violencia policial racista, sistema carcelario y política de drogas en las ciudades de Cartagena, Cali y Bogotá.